¡31 años de lucha pacífica no violenta!
¡31 años de resistencia!
Desde las de la zona de las altas montañas en el estado de Chiapas, voces indígenas siguen haciendo eco de la resistencia, sello de los valientes rebeldes mayas- Tsotziles, mujeres y hombres que combaten desde la dignidad pacifista, la arma que utilizan es la palabra y la memoria, defienden la tierra que es sagrada pues de ella surgen las voces de sus fantasmas, los nombres de sus muertos, los rezos de sus sabios. Así es la organización civil “las abejas de Acteal”, nacida el 10 de diciembre del año 1992 en Acteal, municipio de San Pedro Chenalhó, Chiapas, como consecuencia de una detención arbitraria, sus integrantes son inspirados en el trabajo colectivo, usan su fe como escudo y fortaleza para no sucumbir ante la violencia que ha marcado su historia. Los lemas de su organización son la lucha pacífica no violenta, defensa de la madre tierra y el territorio, se declaran contra las violaciones a los derechos humanos, contra la discriminación, caminando hacia la otra justicia, su protesta se basa en el ayuno, la oración, la peregrinación, la difusión en medios libres e independientes, conferencias de prensas y comunicados a los pueblos del mundo.
Acteal: la muerte que abrió camino a la resistencia
El 1 de Enero de 1994, de la región de la selvas del sur de México, irrumpió en la escena política y social del país una legión de encapuchados armados con estandartes de defensores de los pueblos indígenas de Chiapas, se autonombraron parte del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (E.Z.N.L), sus demandas eran la justicia y la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas del país, los vientos de la revolución había girado en torno a la romanización de las guerrillas a finales del siglo XX, en el caso del E.Z.N.L en apariencia se hacía visible por la firma del Tratado de Libre comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por el entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, el cual según la exposición de motivos zapatistas, trasgredían directamente a los derechos humanos de los indígenas, acusando al gobierno de maquinar un exterminio nativo. Las tensiones entre el gobierno y los rebeldes se convirtieron en una guerra interna que causó muertes entre soldados del ejército mexicano, indígenas y zapatistas, hasta que las mesas de dialogo fueron un ente de tregua para un alto al fuego firmando los acuerdos de San Andrés sobre Derechos y cultura indígena, en el poblado de San Andrés Larráinzar, Chiapas, el 16 de febrero de 1996.
Sin embargo, pese a dichos acuerdos las tensiones entre el gobierno federal y los simpatizantes, activos o miembros zapatistas no cesó, por años organizaciones civiles e investigadores de derechos humanos y prensa libre acusó a los altos mandos del poder el despliegue de oficiales en cubierto para desparecer la semilla zapatista, comenzando una guerra silenciosa y caza civil en los pueblos de Chiapas, las evidencias de esto no han sido claras aunque existen, lo que si fue claro sucedió el 22 de diciembre de 1997, justamente en la comuna pacifista de las abejas, Acteal.
Después de la aparición del E.Z.L.N. muchos pueblos se adhirieron a sus bases de autogobierno, otros más en oposición a estos, algunos otros como la organización civil de las abejas se declararon neutrales, comenzando también un periodo de ayuno y oración para una conciliación entre las poblaciones del Sur, justo eso hacían cuando un grupo de paramilitares abrió fuego sobre una capilla donde miembros de la organización oraban, acribillando a 18 mujeres, cuatro de ellas en estado de gestación, 16 niñas, 4 niños y 17 hombres, además de más de veinticinco lesionados de gravedad, este suceso corresponde a uno de los episodios más sangrientos y terribles en la memoria de México, crimen que manchó el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León y el mundo lo conoció como “la masacre de Acteal”, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), fue admitido el 2 de Marzo de 2005 como caso 12. 790 Manuel Sántiz Culebra y otros, crimen de lesa humanidad.
Caso 12. 790 Manuel Sántiz Culebra y otros en la CIDH
La respuesta del gobierno mexicano llegó 15 años más tarde, señalado así en la página oficial del gobierno de México:
“Que el Estado mexicano firmó el 3 de septiembre de 2020, el acuerdo de Solución Amistosa, en el caso C-12.790, Manuel Santiz Culebra y Otros “Masacre de Acteal”, con base al principio de respeto de los derechos humanos y con la participación de las víctimas y su representación, a la luz del artículo 40 del Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos;
Que dentro del citado Acuerdo, se acordó entre otras medidas de reparación, la obligación de llevar a cabo la implementación de medidas de satisfacción, por lo cual, en sus cláusulas 3.3 y 3.4, el Estado mexicano, a través de la Secretaría de Gobernación, se comprometió a publicar la versión estenográfica del Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad y la Disculpa Pública, así como el resumen de los hechos reconocidos por el Estado mexicano, del Caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y Otros “Masacre de Acteal” por una sola vez en el Diario Oficial de la Federación;
Que el artículo 27, fracción VII, de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, establece que corresponde a la Secretaría de Gobernación, vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales por parte de las autoridades del país, así como la promoción y defensa de los derechos humanos, y dar seguimiento a la atención de las recomendaciones que emitan los organismos competentes en dicha materia, así como dictar las medidas administrativas necesarias para tal efecto, razón por la cual es competente para dar cumplimiento a los compromisos asumidos en el Acuerdo de Solución Amistosa, firmado para el caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y Otros “Masacre de Acteal” (consultado en https://www.gob.mx/sre/documentos/caso-12-790-manuel-santiz-culebra-masacre-de-acteal el 27-02.24)
Aun cuando las disculpas llegaron más de veinte años después, para la organización civil las abejas esto no es suficiente, la lucha por sus derechos humanos sigue siendo asechado por grupos criminales que imperan en la región, el 5 de Julio de 2021, fue asesinado en la cabecera municipal de Simojovel de Allende, Chiapas, Simón Pedro López, catequista y ex presidente de la organización, a manos de un grupo de sicarios del municipio vecino Pantelhó, la organización ha denunciado que desde hace más de 13 años un grupo criminal se ha instalado en la región imponiendo presidentes municipales y síndicos, esto con el fin de adueñarse de los recursos designados año con año al municipio, las abejas de Acteal denuncian que desde entonces han sido asesinadas más de 200 personas, en una pugna por la dignidad, la lucha por la tierra, la justicia y la paz, como consecuencia de todo esto ha surgido un grupo de autodefensa llamado “el machete”, tema que abordaré en próximas publicaciones.
La resistencia de las abejas de Acteal es valerosa y admirable, el camino que han tenido que recorrer ha sido doloroso y cansado, la protesta que lastima la voz y sin embargo parece muda antes los oídos de los poderosos, es esa misma que no da tregua a la guerra, la violencia o el olvido, la misma que se cansa de nombrar a sus muertos y piden
desesperadamente ser escuchados por los conscientes, poniendo en los medios de difusión nuevamente la minuta de sus luchas, no hay paz para los injustos, aun cuando su suelo se llene de los cuerpos de sus hijos, porque los chiapanecos han demostrado ser semilla, en una tierra donde la esperanza es lamento y se renueva, mientras tanto es importante destacar el legado y el aporte de las abejas de Acteal como promotores, defensores de derechos humanos, voz de los desprotegidos, ghandistas de los hermanos indígenas y ejemplo claro de la dignidad ancestral de los corazones mayas.
