Historia de México

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Redacción: Paola Espinosa

En México, cada octubre resuena esta frase: “2 de octubre no se olvida”, pero…
¿por qué y cuál es el real significado de aquél suceso a finales de los sesenta?

Considerado por muchos historiadores como parteaguas de la sociedad en México y, sobre todo, como un despertar a la conciencia juvenil, como descubrimiento y la exigencia de ser escuchados sin importar el cabello, vestimenta, pensamiento, gustos o creencias.

El mundo estaba presentando una serie de cambios sociales, desde África, Europa y evidentemente América latina, nadie estaba preparado para las transformaciones importantes que resultaron al final una movilización que, lejos de la violencia con la que se caracteriza al día de hoy y que fue la razón por la que comenzó todo, se convirtió en un festival juvenil en donde la expresión formaba música, inspiraba pintores y más  artistas, todos en sus ramos expresando la inconformidad de la represión conjugada en julio de 1968.

En combinación con algunas de las libertades que estaban ejerciéndose como novedosas, entre ellas el voto de las mujeres, las pastillas anticonceptivas, las faldas cortas para las mujeres y los cabellos largos para los hombres. Se llevarían a cabo las Olimpiadas en México, la justa mundial en donde habría de ejercerse la unión y la paz sobre todo en el país sede y las primeras del continente, todo tendría que salir perfecto sin ningún desvío en virtud de la sociedad conservadora de ese México.

La huella indeleble de aquellos cantos, de esas gráficas y de la unión de la juventud en general de México no debe ser olvidada, y es que, aunque los adultos parecían renuentes al comportamiento de “grupos de revoltosos” pronto también se unieron al enterarse por brigadas de chicas que se unían para informar al pueblo, en mercados, en escuelas, en paseos públicos. La gente tenía derecho a saber y los inconformes a quejarse aunque eso se señalara como anticonstitucional y una de las peticiones del pliego que defendían como su estandarte.

El paro de las preparatorias 2, 3 y 5 de la Universidad y de la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) no eran para menos, la respuesta del Estado habría sido violenta siempre, las manifestaciones en contra de la violencia aumentaban y con eso aumentaba la represión. El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se pronunció a su favor, tanto que encabezó una de las manifestaciones más importantes y simbólicas del movimiento, bajó a media asta la bandera de México en Rectoría; esto les indicaba que iban por buen camino.

¿Qué se ganó al respecto? ¿Por qué todos hablan del dos de octubre? Ese miércoles del año 1968 pudo haber sido una tarde más de manifestación, de exposición de ideas y reclamos distintos de los estudiantes, así como de la población que seguía muy de cerca el movimiento. Había chicos de secundaria, madres amas de casa, hombres trabajadores, y muchos comulgaban con las peticiones estudiantiles, pues no solo lo beneficiaban como jóvenes, era un llamado al diálogo, a el esclarecimiento de los hechos violentos y sobre todo un llamado a las libertades individuales de cada ciudadano sin importar sus condiciones.

A pesar de todo… Del llamado al diálogo, la manifestación silenciosa de la organización, el orden y la demostración de que se buscaba paz, esclarecimiento, derechos e indemnizaciones a los caídos en busca de sus derechos y justicia, recibieron balas, golpes y bien entendido como, traición de quienes se deben a su pueblo, de quienes deben cuidar a los ciudadanos del futuro y de su presente, en ese entonces, del país.

Sin duda alguna este fue un hecho que dejó beneficios, pero que señaló un estado fallido, violento, irracional, que sin duda no cambió de un momento a otro, los beneficios que hoy en día muchos gozamos son tan imperceptibles que parece imposible creer que antes o fue así, el movimiento estudiantil nos dejó símbolos, ideales, reflexiones, montones de literatura, de gráficas de música, de creaciones y creativos que hoy forman parte importante de la historia del país, nos benefició aunque hayamos nacido 17, 25, 40 años después de los sucesos. El 2 de octubre no se debe olvidar ni hoy, ni nunca.

El pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga se dió a conocer el día 4 de agosto de 1968 en un documento a la opinión pública, pero será en la reunión final de la marcha politécnica del 5 de agosto de 1968 cuando se establecería el pliego definitivo, que se convertirá en el eje central de la protesta estudiantil.

  1. Libertad a los presos políticos.
  2. Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, así como también del coronel Armando Frías.
  3. Extinción del Cuerpo de Granaderos, instrumento directo en la represión y no creación de cuerpos semejantes.
  4. Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal (que establece el delito de disolución social) instrumento jurídico de la agresión.
  5. Indemnización a las familias de los muertos y heridos que fueron víctimas de la agresión del viernes 26 de julio en adelante.
  6. Deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de policía, granaderos y ejército

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