Shakespeare. Un escritor que cautiva y atrapa.
Mientras escucho un fragmento de Romeo y Julieta de Tchaikovsky, y el aroma de café envuelve la atmósfera de mi casa, imagino caminando por las calles de Londres a William Shakespeare, con una de sus célebres frases, que hoy forman parten del imaginario colectivo: “Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podamos llegar a ser”.
Quizá ni el mismo se imaginó lo que su obra representaría para las futuras generaciones. Reflexionó sobre el amor y desamor, odio, traición, complicidad, solidaridad, sueños, celos, corruptibilidad, venganza, perdón, pasiones y sentimientos universales que él desentrañó y plasmó a través de sus diferentes personajes, que como seres humanos nos cautivan y atrapan, no importa la edad, el espacio físico, el contexto histórico, porque son atemporales.
El día de hoy, que muchas familias están resguardadas en casa, los invito a hacer un ejercicio literario, por el placer de descubrir la obra de este gran poeta y dramaturgo inglés, quien nació en abril de 1564 y murió en 1616. Después de 400 años, él se ha convertido en uno de los autores más leído y sus obras han sido las más representadas.
¿Quién de nosotros no ha sentido celos alguna vez como “Otelo” los vivió por Desdémona?, ¿Quién no ha soñado vivir un amor tan intenso como el de “¿Romeo y Julieta”, capaz de enfrentar todos los obstáculos? ¿Quién alguna vez no se ha sentido traicionado como el “El Rey Lear” y en su interior clama venganza? ¿Quién no ha sido seducido por el poder y ha comprendido los peligros que éste encierra como en “Macbeth”?
¿Quién no se ha enfrentado al dilema moral entre venganza y perdón como en Hamlet? ¿Quién en su interior alguna vez a deseado, que existan las pócimas mágicas, y el mundo fantástico como en “Sueño de una noche de verano”? ésta última, obra en la que coexisten personajes entrañables como Oberón y Titania, rey y reina de las hadas, que habitan en el bosque, o el duendecillo Puck, símbolo de la volubilidad del amor. Estos días non brindan una buena oportunidad para leer a tan célebre escritor.
Para los amantes del cine que quieran pasar una tarde de palomitas, pueden ver algunas de las adaptaciones cinematográficas de las obras de Shakespeare, entre las que recomiendo, ”Shakespeare in love” película estadounidense de 1998, dirigida por el británico John Madden y protagonizada por Gwyneth Paltrow y Joseph Fiennes. “Romeo y Julieta” dirigida por el director australiano Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Claire Danes. En un intento de dar un nuevo contexto a la historia, ya que esta se sitúa en la época en la cual se estrenó (1996). “El Mercader de Venecia” y “Sueño de una noche de Verano” son otras opciones.
Si te gusta el teatro puedes disfrutar, por diferentes plataformas, las representaciones de sus obras teatrales, entre ellas, te invito a ver “La tempestad” en la que escucharas la frase célebre “El Infierno está vacío, porque todos los demonios están aquí”.
Mientras disfrutas de un momento de solaz y esparcimiento, bebiendo una rica taza de café, puedes escuchar “Romeo y Julieta de Sergéi Prokófiev. Y con esta descubrir, como una actividad lúdica con tu familia, que hay una gran cantidad de piezas musicales basadas en sus obras, hechas por grandes compositores como el mismo Prokofiev, Rossini, Mendelssohn, Tchaikovsky y varios más. Como dato curioso te comento que Mendelssohn escribió para “El Sueño de una noche de verano”, la marcha nupcial que escuchamos en muchas bodas.
Y si eres amante de la ópera, ahora que estas en casa, te recomiendo regalarles a tus oídos música de Verdi con “Otello y Falstaff”, que forman parte de las diez obras maestras de la historia de la ópera. “La música es el alimento espiritual de los que viven del amor”, escribió también el célebre dramaturgo inglés.
La obra de Shakespeare te brinda un abanico de opciones para disfrutar, ahora que estas en casa, teatro, cine, literatura y música.
De él, por su indiscutible obra, Ben Jonson, dramaturgo, poeta y actor inglés del Renacimiento dijo: “Shakespeare no pertenece a una sola época, sino a la eternidad”.
