¿Dónde estás buscando tu felicidad?
Por Damián Ramírez (inspirado del artículo de Jeff Foster “la desilusión sagrada”)
Existen dos miedos principales en la vida: el miedo a perder lo que ya tienes, y el miedo a no conseguir lo que quieres. La mejor solución que puede llegar en la vida y que podemos hacer es: Enamórate del lugar en el que estás.
Con el tiempo y con las pérdidas en la vida, nos damos cuenta que los compañeros, empleos, la religión, las posesiones, el saldo bancario, los premios o medallas que hayamos ganado, e incluso nuestros cuerpos no nos harán FELICES.
Al menos no de manera permanente, o de manera completa, pues ciertamente estamos buscando esa felicidad en el alma que sea contínua y que es posible vivir.
Esta comprensión es una desilusión .
El quebranto de las ilusiones que nos hemos creído, el desmoronamiento de los sueños de la infancia, a menudo se pueden mostrar como depresión, ansiedad, sin sentido existencial, desesperación, o las famosas crisis de la mediana edad. Las llamadas crisis de los 40’s o 50’s donde podemos caer en este tipo de desilusiones fuertes y nuestros cimientos de vida se nos colapsan.
Pero esta desilusión que comentamos, puede ser un enorme regalo de la vida, si la sabes aceptar, procesar y transformar para bien.
En su seno sagrado está la invitación a ir más allá de comodidades y placeres mundanos. Y que dichos placeres, jamás nos dieron en realidad, lo que nos prometieron.
Es una enorme invitación que te hace la vida para re-descubrir ESO que nunca cambia, esa esencia que realmente eres, que no muere o se deteriora con el tiempo: tu Presencia, el silencio, ese observador que es el testigo de todo lo externo y que siempre está contigo.
Eso que nunca cambia en ti, tu verdadera esencia, es donde radica la fuente de LA FELICIDAD permanente, el gozo y la alegría de vivir, independientemente de las circunstancias que se estén dando en la película de tu vida.
Esta sagrada Desilusión, como la llama el autor y explorador de la conciencia, Jeff Foster, es uno de los más grandes disparadores del crecimiento como seres humanos que podemos tener.
Es el punto en tu vida cuando te das cuenta, de que NADA EXTERNO a ti – ninguna persona, objeto, trabajo, sustancia, experiencia o circunstancia – tiene el poder de hacerte permanentemente feliz.
En este punto de tu vida, te das cuenta que ese silencio, esa presencia de tu ser que te ha acompañado desde el momento de tu nacimiento, es la verdadera fuente de tu felicidad.
Nada puede hacerte feliz, sino que la felicidad verdadera sólo reside dentro de ti.
Si estás viviendo ansiedad, depresión, trastornos de atención, o cualquier síndrome de salud mental, es una invitación profunda de la vida a que descubras tu verdadera fuente de FELICIDAD… !!
