Socio-política

EL FUTURO DE LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS

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Por: Alejandra Tejada

El  martes 3 de Noviembre de 2020, puso al mundo al vilo por las expectativas de los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de América. La decisión era simple: conservar al controversial y aun presidente del país Donald John Trump o apostar por el demócrata Obamista Joseph Robinette Biden. Las elecciones fueron todo un suceso y existió una gran propaganda para salir a votar, lo que hizo que se registrara una participación histórica, convirtiendo a Joe Biden en el presidente más votado en la historia de Estados Unidos. Las noticias del mundo daban los resultados de los conteos, “Joe Biden había derrotado al magnate Trump”. Mandatarios del mundo felicitaron y algunos otros se mantuvieron más cautos, tal es el caso del presidente de México Andrés Manuel López Obrador. Como era de esperarse la carnicería entre sus detractores y simpatizantes se hizo presente en las redes sociales y en las mesas de debate.

Los temas de migración parecen más claros para Joe Biden, quien se ha pronunciado en contra del muro de Trump. Otra de las medidas rápidas que se prevé podría implementar Joe Biden es la restitución del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia por sus siglas (DACA), el cual ampara en la actualidad la deportación de 650 mil personas llegadas a Estados Unidos siendo menores de edad, la cautela en cuanto las peticiones de asilo político también cambiaran, no olvidemos que apenas hace dos años las caravanas migrantes rebasaron las medidas de control fronterizo teniendo que ser atendidas tanto por los gobiernos de EE.UU como de México, situación en la que intervinieron organismos internacionales de derechos humanos. 

Una de las acciones más indignantes que marcaron el gobierno de Donald Trump fue en 2018, cuando debido a su “política cero” deportó a su país de origen a los padres de 1,030 niños; videos y audios que circularon por el mundo en donde niños permanecían enjaulados llorando por sus padres es uno de los actos más crueles que no se le ha podido perdonar. Tras ganar la demanda interpuesta por  la Unión Estadounidense de Libertades civiles (ACLU), un juez ordenó la reunificación de miles de familias en una semanas, sin embrago, todavía hay 545 niños separados de sus familias. Joe Biden ha declarado en varias ocasiones que buscará que el gobierno de Estados Unidos busque a las familias faltantes como un compromiso de su gobierno.

Una de las preocupaciones que giran en torno a la política exterior mexicana es la de la agenda del ex vicepresidente que en primera instancia parece contraria a la de los intereses del presidente mexicano, recordando que uno de los puntos que más fortaleció en su campaña como en el senado ha sido las energías renovables, lo cual podría poner en aprietos los proyectos que considera AMLO como la refinería dos bocas o el tren maya, lo cual se espera que haga presión en los  políticos opositores tanto en cámara baja como en cámara alta.

Otras de las preocupaciones validas podrían ser el retomo de la relación Washington– Pekín, puesto que la ruptura de esta en la administración de Donald Trump benefició al país convirtiéndolo en el primer socio comercial; en su experta carrera política, Biden siempre ha sido considerado un negociante y más cauto, lo cual se pronostica podría tratar de enmendar los errores cometidos por Trump, así que el protagonismo que ha ganado México podría verse opacado.

En cuanto el T-MEC no  se visualiza alarmante un cambio en la renegociación, cabe recordar que en las negociaciones de Noviembre de 2018, los demócratas pusieron énfasis en la inclusión de mayores disciplinas en la política laboral y comercial. Pero aunque no lo parezca AMLO ha estado tomando medidas anticipadas a lo que posiblemente sea una exigencia futura en la relación de ambos presidentes, el pasado Jueves 12 de Noviembre, envió a cámara baja la iniciativa para la eliminación del outsourcing, lo cual genera un enfrentamiento directo con  el sector empresarial y las opiniones divididas sobre el impacto en la generación de empleos en plena crisis económica. 

Para la oposición mexicana este panorama planteado parece contradictorio, puesto que pareciera que apuestan en Biden, un aliado que podría ser el esperado factor de transición política de la revocación de mandato en 2022. Para los analistas de alto rango eso pareciera ser riesgoso: ya que el triunfo de Biden representa políticamente un triunfo izquierdista, no consideraría ni me atrevería a pensar que las bancadas opositoras sueñan con una relación bilateral fracturada, no quisiera pensar que las fuerzas de intereses se contrapongan al bienestar del país, en especial porque los discursos retóricos defienden ante todo el bienestar nacional, pero no quiero pecar de ilusa, pues política es política, y a propósito de eso, esperemos que no olviden que AMLO sigue siendo el maestro de la sorpresa.

Por: Alejandra Tejada

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