Borbotones de agua en un rinconcito del Totonacapan
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Borbotones de agua en un rinconcito del Totonacapan

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Aristóteles determinó que existen cuatro elementos de la naturaleza que son: aire, fuego, tierra y agua. En ésta ocasión nos abocaremos un poco al elemento agua. Tanto el ser humano como el planeta tierra se componen del 70 % de éste vital líquido, tentativamente. Tales de Mileto comentaba que el agua era primer principio creador del universo.

Los pueblos originarios le tienen un amplio respeto y veneración al agua. Para los hablantes del totonaco es ch´úch´ut; los náhuatl es atl, en el idioma misanteco es skaan.  Precisamente, para los herederos de la gran Tenochtitlan se consideraba que había cuatro dioses del agua: dos mayores y dos menores. Tláloc y Chalchiuhtlicue, el señor y la señora del agua son los principales. En el Tlalocan residen los dioses del agua. ¿A qué viene nos llevan estos comentarios?

Por lo regular, en la mayoría de los cerros podrás encontrar manantiales de agua. Cerca de algunos ríos y arroyos, también podrás descubrir unos pocitos. En poblaciones en desnivel como la misma Xallapan, que es manantial entre arenas, se puede encontrar agua. Los chorritos de agua surgen a borbotones en la región del Totonacapan.

Acerquémonos a la Señorial Misantla. Encontramos dos zonas arqueológicas: Paxil Tlalocan (por la comunidad de “Morelos”), el paraíso donde se originó el maíz, según el Popol Vuh y Tochpan (lugar de los conejos por la congregación de “Los Ídolos”), lugar de bellas piezas arqueológicas con figuras amorfas con aproximación olmeca.

La región de Misantla como Papantla, así como otras ciudades del Totonacapan festejan a los pocitos, los manantiales de agua. En algunos pueblos se les realiza una ceremonia religiosa donde esta el venero de agua, ahí se convive y se alimentan a los asistentes.

En la ciudad del venado y del tigrillo bueno, Misantla, se festeja al Pocito del Zotuco y el Pocito de Nacaquinia. De éste último, los hermanos Martínez Gil crearon una canción que hace referencia a esa agua cristalina y de dos enamorados, siendo las lágrimas de la novia las que dieron origen al Nacaquinia, que es un lugar con un corazón abierto para quienes lo visiten durante el año, pero mejor el tres de mayo, el día de la gran celebración.

Surgen los borbotones de agua en un rinconcito del Totonacapan, además que en otras regiones del estado y del país. Recordemos cuando pasabas a saludar a alguna familia en algún pueblo, siempre te ofrecían agua y hasta de comer. El agua es sagrada y bendita. En cambio, ahora se tiene que comprar y se escasea.

Es preocupante que en el mundo, una cantidad incalculable de agua este demasiado contaminada. Es un buen momento para reflexionar, adorar, agradeciéndole al dueño del junto y del cerca por permitirnos disfrutar de los manantiales de agua. Por lo tanto, cuidemos los pocitos con respeto y amor.

Paxkatkatsini (Gracias)

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Por  Fernando Hernández Flores

venandiz@hotmail.com

Twitter @tepetototl

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