Expresión de una activista Jóvenes Socio-política

EL VERANO QUE SE FUE

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La crónica del movimiento estudiantil veracruzano

Favela se ocultaba detrás de las filas amontonadas de libros que tenía en su modesto departamento de estudiante

  • Me van a chingar- me decía sin parar

Minutos antes de eso había tocado varias veces a su puerta, estuve largo rato esperando a que abriera o llegara, justo antes de irme alcancé a ver sus grandes ojos oscuros asomándose por una rendija cerca de su ventana.

-Fa, soy yo- le dije – abre la puerta, ¿Dónde has estado? –

Favela abrió la puerta y antes que pudiera poner mis dos pies en su alfombra café con hilachos a la Janis Joplin, me tomó del brazo y me aventó hacia su sala, una vez hecho esto, se apresuró a cerrar la única cortina semi abierta que estaba en su sala

– ¿Has visto a alguien afuera antes de llegar? – me preguntó mientras observaba por la misma rendija donde la había visto asomarse.

Comencé a preocuparme por su estado emocional cuando con una mira amenazadora e inquisitiva me dijo:

– ¡te mandaron ellos!, ¿verdad?, seguramente te enviaron ellos-

-Favela ,¿Qué te pasa?, ¿de quienes hablas? – le contesté desconcertada

Favela se dirigió hacia donde estaban sus libros amontonados de historia del arte, Antropología social, Nietzsche, Carlos Marx, la historia política de América Latina y un largo etcétera, yo había salido de Xalapa hacia unos meses y solo iba a visitar a algunos amigos, pero no sabía exactamente lo que le pasaba a Favela aunque tenía una idea

  • Esos hijos de la chingada deshicieron el movimiento…Se llevaron a mis amigos- me dijo casi llorando- ¡De seguro ya se los chingaron!, debo irme lejos

cuando me dijo eso, su mirada apuntó hacia la mía, en esa mira pude distinguir algo que nunca había visto en ella… mucho miedo. Desde entonces no he vuelto a ver a Favela.

 

Era Xalapa Veracruz en el verano del 2015, el pleno apogeo de la persecución estudiantil, lo que los Veracruzanos conocemos como los días oscuros del terror Duartista.

Favela era mi amiga, la conocí en una de las fiestas de la facultad de humanidades de la Universidad Veracruzana en 2011, en ese entonces me había matriculado en la facultad de Sociología, esos fueron los años esplendorosos del movimiento estudiantil de la facultad de humanidades, la que fue uno de los centros formativos más combatientes en oposición al saqueo de los gobernadores Veracruzanos que alcanzó su punto crítico en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.

La primera vez que entré a humanidades en 2010 era como entrar a un paraíso utópico idealista, se respiraban aires de cambio, niños locos con deseos de cambiar el mundo, las facultades humanistas estaban unidas en un solo campus, los antropólogos y sociólogos eran los más combatientes, en ese mismo campus convivía la facultad de lengua inglesa, Filosofía, Historia y en ese entonces pedagogía, teníamos nuestro salón azul y nuestro propio “che”, leíamos a  Gramsci, Weber, Marx, Durkheim, Bourdieu y nos rezábamos de pies a cabeza el manifiesto comunista.

La organización era muy buena, había congresos donde encontrábamos universidades hermanas que compartían las mismas causas, el consejo estudiantil era una verdadera lucha populista, grupos muy cerrados en cuyo liderazgo predominaba “J”, uno de los lideres mas aguerridos y osados del movimiento estudiantil Xalapeño.

Los movimientos sociales en la capital de Veracruz tienen  antecedentes notorios, mismos que han sido desarticulados con violencia y autoritarismo, la plaza Lerdo, hoy llamada “Plaza Regina” por activistas y colectivos sociales en honor a la periodista Regina Martínez, quien fuera corresponsal de Proceso y la Jornada, ultimada el 28 de Abril de 2012, ha sido testigo de innumerables protestas frente al palacio de Gobierno, los movimientos más relevantes se conocen desde 1967, en el movimiento magisterial veracruzano en conjunto con los grupos estudiantiles de la universidad veracruzana, destacando la participación y liderazgo de la entonces facultad de derecho, trayendo como consecuencia, encarcelamiento de estudiantes, detenciones arbitrarias, baja de maestros participantes, golpizas y tortura.

Los movimientos estudiantiles de esa época estuvieron fuertemente influenciados por la agitación social del mundo, la primavera de Praga, el mayo estudiantil de Paris 1968, los movimientos anti-raciales en Estados Unidos que penetró en la vena del mundo con el asesinato de Martin Luther King, la revolución cultural en China, los conflictos de América Latina, el antecedente de la revolución cubana que ensalzaba a los héroes guerrilleros ante las dictaduras del mundo.

Después del 2 de octubre de 1968, México tenia a sus propios mártires juveniles que hasta el día de hoy siguen siendo un estandarte juvenil de lucha pos revolucionaria.

Para 2010, una nueva primavera había llegado a inspirar a los jóvenes idealistas del mundo “la primavera Árabe”, para ese momento los grupos estudiantiles estaban mas consolidados, las manifestaciones comenzaron a subir de tono y las calles se abarrotaban de estudiantes, maestros, petroleros, sindicatos y muchas madres de familia cuyos vientres sangraban por la ausencia de un hijo.

Favela pertenecía a uno de los grupos mas densos de las manifestaciones estudiantiles en la capital del estado, el grupo autodenominado “anarquista”, jóvenes vestidos de negro, encapuchados, equipados con luces de bengala, botes de spray con pintura negra y roja, las marchas estudiantiles a su vez eran rechazadas por los destrozos hechos por este grupo, el cual con el paso del tiempo comenzó a involucrar infiltrados de los mismos órganos antimotines para desarticular las marchas desde adentro.

En muchas de las manifestaciones pude escuchar a estudiantes y catedráticos que rechazaban enérgicamente la entrada de este grupo pues manchaba el objetivo principal de las protestas.

Otra influencia que tuvimos fue el movimiento español 15-M o mejor conocido como “los indignados de España” que surgió a raíz de la manifestación del 15 de Mayo frente a las puertas del sol, todos pedíamos lo mismo, mayor democratización, menos usurpadores políticos, menos congresistas demagogos, hasta que tuvimos nuestra propia primavera mexicana , el “Yo soy 132” en 2012, conformada por grupos de estudiantes, en su mayoría de educación media superior y superior, en la que se exigía la democratización de los medios y el rechazo a la imposición del entonces candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto,

En Veracruz se abrieron las alcantarillas  pestilentes de la impunidad y el compadrazgo en altas esferas de gobierno, el saqueo al erario público, abundaban los elefantes blancos y se hizo más evidente la desarticulación social que ya tenía sumido al estado en caos, miedo y persecución, no solamente por una gubernatura que representaba al partido más viejo y más cínico de esos días, el cacique Partido Revolucionario Institucional (PRI), también por la desaparición de jóvenes y mujeres que iba en aumento de forma exponencial.

La desaparición de periodistas, una de las realidades catastróficas de México, siendo Veracruz uno de los estados con mas casos de periodistas asesinados, nombres como; Noel López Olguín, Miguel Ángel López Velazco, la recordada Regina Martínez Pérez, Guillermo Luna Valera, Pedro Tamayo Rosas, Moisés Sánchez Cerezo, solo por mencionar algunos, todos ellos en los días del gobierno de Javier Duarte, era otra constante en las manifestaciones, exigiendo justicia y esclarecimiento de los crímenes.

Los temas políticos fueron otro factor que fortaleció estos movimientos, especialmente en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, periodo conocido como la resistencia de los doce años, ambas señaladas de fraudulentas, esto provocó aún más el descontento social hacia los dos últimos inquilinos de los Pinos, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, acusados también de ser responsables por los miles de muertos que ha dejado a su paso la lucha contra el crimen organizado

Por desgracia, para Veracruz apenas comenzaba una larga y lastimosa travesía que muchos la compararían al infierno mismo…

Expresión de una activista por Alejandra Tejada

Por Alejandra Tejada

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