ACOSO Y HOSTIGAMIENTO PROVOCAN PERDIDA DE TALENTO HUMANO
Todo tipo de violencia moral, psicológica, física y sexual es reprobable. Quien usa este tipo de conductas para salirse con la suya, conservar su coto de poder, su puesto laboral o simplemente por dar rienda suelta a sus traumas y complejos, merece ser señalado y tratado como presunto responsable y ser juzgado y castigado con todo el rigor de la ley, claro, con las reservas de ley y tratamientos especializados para el caso de menores de edad infractores.
No es tema nuevo el uso de la violencia en entornos laborales, escolares y deportivos. Muy frecuentemente vemos y escuchamos ejemplos deplorables donde la convivencia social se trastoca por una persona o un grupo de personas que usan la violencia en sus distintas manifestaciones para sentirse poderosos, intocables y superiores a los demás, personas que se resisten a ser rebasados en su capacidad profesional, laboral y competitiva, personas que usan su posición dentro de un organigrama para abusar del poder y obtener beneficios al margen de la ley-favores sexuales, retribuciones económicas, servicios personales para realizar trámites y un largo etcétera, a cambio de puestos laborales, académicos, deportivos.
ACOSO Y HOSTIGAMIENTO
Para ningún trabajador, estudiante, investigador, catedrático, trabajador administrativo, empleado de la iniciativa privada, del sector público o talento deportivo es ajeno el tema del acoso, del hostigamiento, del mal trato, de las humillaciones y vejaciones que muchos tienen que sufrir para conseguir un lugar en una estructura y permanecer ahí.
Un factor fundamental para el desarrollo de este tipo de conductas psicopatológicas y desviadas es la envidia, la mezquindad, la ambición, la mediocridad de los que ejercen la violencia ante su incapacidad de competir limpiamente por un puesto, una promoción o para permanecer en un puesto para el que no se tiene el perfil profesional requerido.
¿Y qué pasa entonces con esto?…
- en la iniciativa privada si la alta dirección no tiene los mecanismos de prevención y control de este tipo de problemas laborales, puede ser que las personas talentosas que son víctima de violencia ya sea por parte de sus superiores o similares, se vayan, es decir que renuncien ante los constantes ataques de los mediocres que se sienten amenazados por la actitud de iniciativa, trabajo y creatividad de los talentosos. En este caso la empresa pierde capital humano de valía, una ventaja competitiva para la empresa.
- En el caso del sector público, por ejemplo, si las personas con talento son obligadas a renunciar por presiones de las personas que los consideran un factor de riesgo para su posición, lo que se genera ahí es perdida de servidores públicos y el anquilosamiento de las estructuras burocráticas, por consiguiente pérdida de capacidad operativa y de atención de las demandas sociales, que son razón de ser de las instituciones de gobierno.
- En el deporte por ejemplo, las malas acciones de violencia moral, psicológica, física y sexual, ejercidas por entrenadores, dirigentes deportivos y deportistas generan pérdida de talento deportivo, todo un freno para el sano desarrollo del deporte del alto rendimiento.
Todos tenemos en el marco de nuestra filiación a los diversos entornos a los que pertenecemos la responsabilidad de hacer de la convivencia humana una razón de respeto, tolerancia y dignidad hacia el ser humano, si somos víctimas de violencia tenemos que denunciar, si somos testigos y no hacemos nada nos hacemos cómplices del delito y finalmente, para aquellos que gozan del abuso del poder haciendo miserable la vida de otras personas, deben recordar que no siempre gozarán de impunidad, que la violencia siempre genera violencia y que si no pagan ellos mismos sus malas acciones, tal vez la facturas las pague algún miembro de su familia en algún otro lugar, tiempo y circunstancias.
Omar Bustani Barrientos