Una opción para invertir
Uno de los modelos de negocios que durante los últimos años ha registrado mayor aceptación por parte de los inversionistas de nuestro país es -sin lugar a dudas- el modelo de las franquicias. Mientras la economía mexicana creció en un 2.1% durante el año 2017, se estima que el sector de franquicias en México tuvo un destacado crecimiento anual superior al 6% (¡3 veces más que la tasa de crecimiento económico del país!). Con más de 1550 marcas de franquicias que operan en el territorio nacional, aproximadamente 85% de las cuales son marcas mexicanas y más de 80,000 puntos de venta franquiciados en distintas ciudades, el sector sigue consolidándose y apoyando de una manera importante al empleo y desarrollo económico de México. Pero, independientemente de estas relevantes estadísticas, la pregunta usual que recibimos con frecuencia las personas que desarrollamos, comercializamos o damos asesoría de franquicias es: “¿por qué debo comprar una franquicia?”…y si bien es cierto que cualquier inversión para la apertura de un nuevo negocio significa siempre un riesgo para quien la lleva a cabo, circunstancia de la cual no se exime el modelo de franquicias, el INEGI compartió en años pasados interesantes cifras que dan respuesta clara a la citada pregunta sobre la conveniencia de adquirir una franquicia: “6 de cada 10 negocios que emprenden (en México) de manera independiente no sobreviven al segundo año de vida, mientras que 9 de cada 10 establecimientos que emprenden bajo el sistema de franquicias están vigentes después de ese periodo. Adicionalmente, 95% de estos negocios se encuentran operando todavía después de cinco años”. Adicional a esta ventaja que brinda el sistema de franquicias a los potenciales inversionistas al minimizarles, en el transcurso del tiempo, sus riesgos de fracaso o cierre de negocios, las franquicias ofrecen también otros beneficios a quienes las adquieren: el respaldo de una marca que ya está reconocida y que día a día atrae a nuevos clientes, adquiriendo más y más recordación y visibilidad, conforme se abren otros puntos de venta. Otra ventaja de las franquicias es que sigue siendo una de las formas más prácticas de acortar la curva de aprendizaje cuando se decide alguien a iniciar y operar un nuevo negocio, pues la experiencia (el “know how”) que acumuló el dueño de la marca (el Franquiciante), desde que inició la empresa hasta que la llevó a una situación rentable y exitosa, se comparte a los adquirentes de la franquicia (Franquiciatarios) mediante cursos de capacitación, asesoría técnica permanente y la entrega de distintos manuales. El apoyo publicitario, logístico y de proveeduría que ofrecen a sus franquiciatarios las distintas marcas de franquicias es considerado también como una más de las grandes ventajas que obtienen quienes las adquieren…aunque, desde luego, como en toda decisión financiera y de negocio, es muy importante que el futuro inversionista investigue la mayor información posible sobre las distintas opciones de franquicias que tiene antes de decidirse a adquirir alguna en particular. Franquicias…una manera más segura para invertir y de aprovechar la buena imagen de un negocio rentable, así como la valiosa experiencia de un empresario que tuvo el valor de llevarla “a las grandes ligas”.
Lic. Eduardo Orellana R.
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