Con sentido… Común Devorando sus sesos

Los Hombres del Micrófono

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            Poeta, escritor, periodista, locutor y publicista, Nació en Izamal, Yucatán, el 7 de febrero de 1903. Inició su formación literaria con el grupo Esfinge, fue director de la biblioteca pública y asesor de Felipe Carrillo Puerto cuando éste fue gobernador de Yucatán.
            En 1927 se trasladó a la Ciudad de México como representante del gobierno yucateco; posteriormente trabajó como periodista y locutor. Fundó la “XELM”, en Ciudad Mante, Tamaulipas, primera estación radiofónica rural de México. Fue vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores.
La obra de Ricardo López Méndez se liga comúnmente al movimiento musical de los años treinta que encabezaron Guty Cárdenas, Mario Talavera y Gabriel Ruiz. Su obra poética, casi desconocida en su totalidad a excepción del “Credo”, pertenece al movimiento nacionalista yucateco de la posrevolución.
               Siendo aún muy joven, Ricardo se vincula con Felipe Carrillo Puerto quien fue gobernador de su estado y posteriormente fusilado, por lo que Yucatán atraviesa por una caótica situación política después de su fusilamiento.
                En honor a su genio creativo y al arraigo de su obra en la sensibilidad del pueblo mexicano, López Méndez recibe el apelativo de “vate”, a partir de la que tal vez fue su poesía cumbre: El Credo (México creo en ti…) Fue esta poesía la que despertó el reconocimiento hacia su autor en 1940, cuando fue publicada, por ella.
               Otro poeta yucateco, Antonio Mediz Bolio, le otorga la dignidad de “El Vate” aduciendo que nadie había captado con toda su intensidad y cercanía “el maravilloso misterio” de la patria mexicana y a decir de Don Alfonso Reyes, esta poesía se convierte en uno de los símbolos de la mexicanidad.
El primer poema suyo hecho canción, en 1925, “Languidece una estrellita”, fue musicalizado por Ricardo Palmerín.
              De ahí, “El Vate” se proyectó como inspirado poeta cuya obra habría de recorrer el mundo entero envuelta en la música de los mejores compositores de la época y cantadas por los más afamados intérpretes del momento. Canciones como “Nunca”, “Golondrina viajera”, “Quisiera” y “Aléjate”, con música de, Guty Cárdenas, han dado la vuelta al mundo y después de más de setenta años de haber sido compuestas, siguen siendo cantadas y grabadas por los más afamados intérpretes como Julio Iglesias y Plácido Domingo.
Fueron 150 los poemas de Ricardo López Méndez que se musicalizaron para volverse canciones y que siguen presentes en el corazón musical de México y de muchos otros países.
               Además de las ya mencionadas composiciones, otros famosos pusieron música a las letras de “El Vate”: Alfonso Esparza Oteo, al clásico del vals “Íntimo secreto”; Tata Nacho le dio a la soprano Ernestina Garfias “Primaveral” para su interpretación en el Palacio de Bellas Artes; Mario Talavera, “Amar en silencio”; Gabriel Ruiz Galindo responsable de haber musicalizado algunos de sus  poemas, entre los que destacan “Amor, amor y Desesperadamente”; Gonzalo Curiel Barba, “Tu Partida”; hasta el propio Agustín Lara con “Puerto Nuevo” y “Callecita”, entre otros muchos conocidos compositores.
               Resumiendo, El vate Ricardo López Méndez se desempeñó como locutor y publicista, destacando su colaboración en la XEW desde la fundación, en donde ejerció junto a otros gigantes de la radio como Pedro de Lille, Humberto G. Tamayo y el declamador de México Manuel Bernal, cuya interpretación del Credo se hizo famosa.
                Ricardo López Méndez incursionó exitosamente como empresario en la radiodifusión, habiendo fundado y dirigido varias estaciones transmisoras en el territorio mexicano, desde Tamaulipas hasta Yucatán y Quintana Roo, además de haber sido presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
Falleció a la edad de 86 años en Cuernavaca, Morelos, el 28 de diciembre de 1989.

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