Más pronto cae un hablador que un cojo
Dicho popular
Pocas ocasiones en la historia de nuestro país hemos sido testigos del sinnúmero de conductas torpes y disparatadas por parte de conocidos actores políticos, que a una enorme cantidad de mexicanos nos han dejado pasmados, por decir lo menos. En cosa de apenas unos 3 meses desde que se llevó a cabo la elección presidencial, hemos pasado de experimentar el tsunami avasallante de AMLO y su partido en las principales posiciones de poder este país, a presenciar una catarata impresionante de estupideces e improvisaciones por parte de estos mismos personajes, que nos permiten experimentar, ya desde ahora, una probadita de la clase de gobierno que para nuestra desgracia nos aguarda a los mexicanos.
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Desde la última bofetada que le sorrajaron a nuestro elemental sentido común con la boda “fifi” del colaborador más cercano del presidente electo, pasando por toda la serie de declaraciones sin ton ni son en que incurren día a día muchos de sus colaboradores, al tratar de justificar las ocurrencias que tuvo su jefe durante la campaña, son sólo un botón de muestra de que esta gente no tiene ni la más mínima idea de lo que es dirigir y administrar un país de la magnitud del nuestro.
Todo la anterior nos hace advertir una realidad que se hace cada día más marcada entre los mexicanos, al observar por una parte a aquellos que viven creyendo que efectivamente se encuentra en puerta la Cuarta Transformación que prometió en su campaña López Obrador y por otra, a esos millones de compatriotas que por el contrario advertimos en el horizonte una “transformación” pero “de cuarta”, de llegar a hacerse realidad toda la bola las insensateces y mentiras que nos dijo durante cerca de 18 años, muchas de las cuales pretenden convertirse en acciones de gobierno en el próximo sexenio.
La conclusión que aflora frente a este panorama es muy simple. O asumimos el papel de meros espectadores que aceptamos pasivamente o por omisión todo lo que suceda alrededor del próximo gobierno, o por el contrario, decidimos adoptar como sociedad civil un papel crítico y proactivo en búsqueda de al menos atemperar el impacto de las decisiones que se lleguen a tomar en el mismo.
Entender a cabalidad nuestra facultad de razonar y sobre todo hacer uso pleno de ella no es, como a veces se piensa, algo privativo de unos cuantos privilegiados, sino muy por el contrario, un recurso propio e inmanente que cualquier individuo en uso de sus facultades mentales, sin excepción, tiene la capacidad de potenciar a niveles insospechados, con el objetivo fundamental de crear una sólida y evolutiva CONCIENCIA COLECTIVA que sirva como punta de lanza de, ahí sí, una transformación auténtica y viable de México.
El momento por el que atraviesa y habrá de atravesar nuestro país nos lo exige, como nos lo habrán de exigir las nuevas generaciones en torno a lo que hagamos o dejemos de hacer desde ahora en favor de nuestra patria.
Sé el cambio que quieres ver en este mundo
Mahatma Ghandi
Por Raúl Victoria Iragorri
Autor del libro Confieso que es…simple
