Sí, pero ¿cuándo?
Ese es el título de la columna de esta ocasión. Sin embargo y como título alternativo, es una muy buena oportunidad para hablar de… “La psicología del deporte y la importancia de la capacidad competitiva”.
Es bien sabido para la gran mayoría de las personas, que en una disciplina deportiva la parte psicológica, desde hace tiempo tiene una enorme relevancia.
Quien dude de que este factor, podrá cobrarles facturas de no ser atendido y al mismo tiempo está condenando su carrera deportiva.
Y/O a no entender a fondo un deporte.
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Psicología del deporte
Contrario a lo que algunas personas podrían pensar acerca de que la “psicología del deporte” es algo “reciente”. El origen de esta consciencia nos remonta a 1920.
En ese entonces Coleman Griffith, director del laboratorio de investigación del deporte de la universidad de Illinois, contemplaba los primeros esbozos de lo que más tarde se convertiría en algo de vital relevancia.
Por cierto, en 1925 Coleman Griffith escribió el libro “La psicología y su relación con la competición deportiva”
Mente y Cuerpo
Coleman consideraba que “las personas que compiten en un deporte, son organismos de mente y cuerpo, no máquinas fisiológicas solamente”
Y me parece que dentro de esta frase la palabra “clave” es “competencia” o “competitividad”
Evidentemente y de forma natural, los humanos somos seres competitivos, pero ¿en qué parte del cuerpo se encuentra dicha característica? ¿Cómo se entrena, fortalece o nutre?
¿Por qué a algunas personas se les da más fácil, tienen mayor preparación o son más capaces a la hora de competir?
No quiero elevar este tema a niveles sumamente técnicos, pero podría resumir que tiene que ver con las distintas inteligencias y capacidades de cada persona.
La capacidad competitiva tiene implicaciones positivas y también negativas.
Es decir, si una persona que gusta de vencer siempre nuevos retos, tener deseos por conocer sus habilidades para superarlas, entendiendo sus capacidades y limitaciones; además de una entender que la preparación y una correcta gestión ante la derrota son de suma importancia, podemos decir que es la forma más adecuada para expresar la competitividad.
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La Competitividad
Por otro lado, quienes gustan de estar compitiendo en todo de forma constante, para demostrar su capacidad y no acepta la derrota, se frustra y no genera una reflexión y análisis de la experiencia; podemos decir que es la forma menos afortunada de la competitividad. Ya que en el fondo no se genera un verdadero aprendizaje, lo que diferenciaría a una persona que aprovecha la competitividad para crecer, a una persona que ante la frustración se llena de amargura y ansiedad.
GP de Austria
Pero volvamos a lo que nos atañe, la F1.
El finde semana que acaba de pasar, se corrió el GP de Austria, en el circuito del Red Bull ring, obvio “casa de Red Bull”.
Es un trazado muy rápido y corto, que no permite muchos rebases y exige una alta concentración, además de una buena estrategia para conseguir buenos resultados.
Nuestro título hace hincapié en Sergio “Checo” Pérez”. Quien por cierto, lleva en su casco la frase “Never give up” que significa… “Nunca te rindas”
Desde luego es una muestra precisamente de lo que hoy hablamos. Sergio Pérez, al igual que todos los pilotos que tienen la oportunidad de estar en la máxima categoría, son atletas y son competitivos. Pero sin duda cada uno gestiona la capacidad de competir de formas muy distintas.
En el caso de Checo “en apariencia” esa capacidad está bien regulada y le permite trazar su carrera hacia un mejor futuro. Aunque por supuesto, las circunstancias, no siempre son las adecuadas.
Sin embargo el piloto mexicano, no deja de trabajar y aprender de cada carrera, tratando de mejorar a cada experiencia.
Desde luego no es el caso de todos.
Fuimos testigos durante el fin de semana que acaba de pasar, de estilos muy diferentes y que hacen mucho sentido a todo lo escrito anteriormente.
Es decir, el duelo sostenido entre Max Verstappen y Lando Norris durante la carrera son en parte prueba de ello.
Ahora lo explico. Los dos pilotos nos brindaron un muy buen duelo a lo largo de la carrera; pero fueron las últimas vueltas las que nos permiten tomar un ejemplo muy claro.
Faltando algunas vueltas para terminar el compromiso, el piloto de McLaren, decidió lanzarse con todo para alcanzar la victoria rebasando a Max, piloto de Red Bull. Por cierto, Lando Norris, el de McLaren, no se caracteriza por ser un piloto taaaan competitivo; pero si buscas el campeonato de pilotos, desde luego al menos debes forzar el cambio.
Norris vs Max
Así que lo intentó, pero Max Verstappen, que precisamente se caracteriza por ser una verdadera bestia competitiva, no se lo iba a dejar nada fácil.
La maniobra se dio, Norris intentó rebasarlo por la parte exterior de la curva y Max, abrió la trayectoria brúscamente para impedírselo. El resultado, los dos pilotos terminan con un neumático ponchado, lo que provocó que Norris abandonara la carrera. Y que Max, de ir en 1o, terminó 5o.
¿Qué declararon?
Norris: “Estoy decepcionado, hice lo posible por ganar dentro de un margen de la legalidad y no recibí el mismo trato. Si Max se disculpa, podré recuperar algo del respeto que sentía por él”.
Es importante decir que ambos pilotos, habían manifestado muchas veces un fuerte vínculo de amistad.
Una periodista que entrevistó a Max, le dijo… “Lo podrías haber dejado pasar, eres líder de la temporada”.
Max: “También me podría quedar en casa. Yo vengo acá para ganar, no para quedar 2o y voy a defender de manera dura. No veo nada de malo en eso”.
Sin querer entrar en detalles de ¿quién fue el responsable? Hagamos un ejercicio.
Para ustedes y más allá de si es correcta la gestión de competitividad ¿quién tiene ese ADN de campeón? ¿Max o Norris?
En fin, al final George Russell, piloto de Mercedes, quien por cierto, tampoco tiene ese carácter tan aguerrido, se quedó con la victoria.
Sergio Pérez
Pero ¿y Sergio Pérez? ¿Qué no íbamos a hablar de él?
Por supuesto. Ante la pregunta inicial de si ¿Sergio Pérez se va a recuperar y cuándo?
Claro que se va a recuperar, está en su naturaleza. Aunque el tapatío tampoco es ejemplo de una competitividad tan agresiva como la de Max, pero al mismo tiempo, tampoco tan pasiva como la de Norris o Russell.
Lo cierto, es que en ocasiones, hay que liberar a la bestia que llevamos dentro y mostrar un poco más de carácter. Como por ejemplo decirles a los altos mandos de Red Bull “Ya basta, o me cambian de ingeniero, o me mando yo solo a partir de este momento”.
Y ¿en qué momento se va a dar algo así?
Sólo Sergio Pérez lo sabe. Desde luego, sobra decir que espero que se de pronto, pero de verdad muy pronto. Ojalá más rápido de lo que tardo en decir…
