Por qué callan los periodistas
Como veo doy Jóvenes Socio-política

Por qué callan los periodistas

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Destinos en México

Hablar de las marchas o manifestaciones, no tiene ningún sentido, todos los medios informativos aplaudieron la mega manifestación de los estudiantes universitarios, dos días después la marcha de 80 mil mujeres protestando por los feminicidios y finalmente medios impresos, radiofónicos y televisivos daban a conocer lo del día 9 -nadie se mueve-, en donde las mujeres decidieron no salir a trabajar, no ir al mercado, no caminar por las calles, su falta de presencia en las diferentes ciudades fue notoria y la pérdida económica -más-, imagínese, 37 mil millones de pesos perdidos por un día sin mujeres; hasta ahí todo está bien. Los medios “chayoteros” en Puebla señalaban: “Primer Gobernador en encarar una protesta universitaria”, claro es lógico, -decía un ex gobernador- “no te pago para que me pegues”; entonces a dónde queda la credibilidad, a dónde está la objetividad. ¿Por qué callan los periodistas?

En mi opinión hay que señalar que al Presidente Andrés Manuel López Obrador le molesta este tipo de acciones, es una persona arrogante y con falta de sensibilidad, no ve ni escucha a sus asesores, además es un hombre irónico; si así es el Jefe del Ejecutivo Federal, aquí en Puebla el Jefe del Ejecutivo Estatal, Luis Miguel Barbosa blindó Casa Aguayo con vallas y policías; al estar frente a los universitarios los regañó, encaró a uno de ellos y le preguntó: ¡Tú por qué lloras! “A mí no me van a enseñar a Gobernar”, “estos problemas no son del gobierno, sino de la sociedad”; tan enojado estaba Barbosa que no supo lo que dijo o sólo les dio atole con el dedo. Analice usted esto: voy a pedir a nuestro personal que para que tengan mayor seguridad, se instale una Fiscalía Universitaria; aquí hay que aclararle al señor Barbosa Huerta que la Fiscalía no se encarga de dar seguridad, sino de investigar delitos; ¿un engaño más o les dio atole con el dedo… Y los periodistas?

Hay algo importante que no dicen los periodistas. El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “Esta bien que hagan manifestaciones, pero manifestaciones pacíficas, no puede haber manifestaciones con violencia contra violencia” ¿Fue amenaza? De ser así, pagará las consecuencias, porque ya no son las mujeres ni los universitarios. ¡NO! Hoy es todo el pueblo de México.

Hay que recordarle al señor López que los 30 millones de mexicanos que votaron por él, 11 millones fueron votos de mujeres, por eso el Día de la Mujer, las féminas con todo el dolor y coraje de no ser escuchadas gritaron entre otras consignas “No somos una, no somos 23, pinche gobierno cuéntanos bien”, esto no era para menos; ese día, en 24 horas habían sido asesinadas 11 mujeres.

Mientras en Puebla se daban a conocer los feminicidios números 35 y 36, uno en el fraccionamiento Misiones de San Francisco y el otro al sur de la ciudad, ambos delitos se dieron en el interior de los domicilios de las víctimas. Hay que dejar en claro que la ausencia de las mujeres el día 9 de marzo, fue un silencio nacional, para que se notara su presencia, que se dieran cuenta -gobierno y sociedad- que sin ellas la economía se cae, sin ellas quién cuida a los hijos y moralmente quién complace a los maridos; niñas y niños no fueron a las escuelas, no hubo maestras, con su silencio y sin su presencia, quedó claro que le exigen al gobierno justicia y seguridad. Me llamó la atención algunas cartulinas, las transcribo, le doy mi opinión y reflexiónelo por favor:

-Mi Familia me ha llamado puta por cómo me visto y jamás han llamado violador a mi abuelo por lo que me hizo.

-Los Violadores existían antes que las Minifaldas.

-La Maestra luchando… También está Enseñando.

En honor a la verdad estoy totalmente de acuerdo, recuerdo en mis años mozos, que las niñas vestían muy coquetas y con sus vestidos cortos o sus faldas 10 centímetros arriba de las rodillas; cuando surge la moda de la minifalda, las mujeres lucían muy guapas, demasiado bellas, con unos cuerpos envidiables que parecían artistas de cine o televisión, aclaro, los malosos y violadores ya existían, pero había mucho respeto a la mujer, los novios tenían que aceptar a la hermana o hermano menor de la prometida, sino, no salía. Algo importante: si los padres decían sólo un paseo de dos horas y regresas, -era un paseo de dos horas-, sino la próxima vez no hay permiso, leyó usted bien PERMISO; la policía hacía realmente su trabajo, el señor sereno iba calles arriba y calles abajo con el silbato en la boca y su lámpara de petróleo, -estábamos protegidos-, insisto, había RESPETO y la CORRUPCIÓN en las autoridades era MÍNIMA.

Cuando hablo de malosos, me refiero a los primos, tíos y abuelos lujuriosos que ya nada más estaban viendo las piernas bien torneadas de las mujeres que vivían en casa, era un caso entre cien mil, pero… se aplicaba LA LEY.

Hoy los tiempos cambiaron, son muchos los factores que obligaron a las familias a dejar de educar con respeto a los hijos, los golpearon, los maltrataron, los ridiculizaron, por cuestiones laborales se crearon solos; se terminaron los valores morales, hay que tener presente que un niño maltratado y golpeado se convierte en un adulto agresor y violador, además: RESENTIDO contra la sociedad.

Que les quede claro a las familias y sociedad en general, ni marchas, ni manifestaciones, ni días sin mujeres van a terminar con los feminicidios, aquí lo que tenemos que hacer y estamos obligados como padres que somos, volver a retomar la educación a la antigua, rescatar esos valores morales que fueron olvidados, esos valores cívicos, que la educación parta desde el seno familiar, hay que tener claro que la escuela y universidades solo nos forman académicamente para tener los conocimientos y herramientas necesarias para desempeñar un mejor trabajo, pero la EDUCACIÓN, esa se mama desde los hogares de cada familia. Concluyo mis comentarios con otro cartón que también me llamó la atención: Sr. AMLO ¿A dónde están sus abrazos si nos están Matando con Balazos? Seguiré informando.

Tomás de los Santos H.

Como veo doy, por Tomás de los Santos H.

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