Comparte

Engordando por mi estado emocional

El comer como consuelo emocional es algo cada vez más común entre la población mexicana, y es que en vez de afrontar las emociones nos refugiamos en la comida chatarra cuando estamos estresados, ansiosos, aburridos, enojados, tristes, melancólicos y ni se diga cuando estamos felices y queremos festejar un cumpleaños o celebrar una fecha romántica.

Ya te preguntaste cuantas veces te has acabado una bolsa entera de papitas o un paquete de galletas mirando la televisión? o ¿Que alimento o platillo buscas para sentir consuelo emocional o para festejar?

La lista de alimentos de “consuelo” emocional son ricos en grasa, sal, azúcar e hidratos de carbono, los cuales harán que ganes peso fácilmente, por ejemplo: pizza, papas, pan dulce, galletas, cafés, malteadas, chocolate, helado, dulces.

[amazon_link asins=’B078XQSB3F,B00K2TWXD6,B071G1DW5Q,B07C185P5G,B07B5F4GKR’ template=’ProductCarousel’ store=’nmd18afiliado-20′ marketplace=’MX’ link_id=’e842e79f-98ed-11e8-9cc8-930e574af3b3′]

Estos alimentos generan una sensación de saciedad y paz en el estómago y de felicidad en el cerebro, por lo que son los alimentos favoritos como consuelo emocional. Además de que se crea una adicción al azúcar dentro de los alimentos y bebidas.

Es importante aprender a distinguir entre el hambre física y el hambre emocional además de elegir correctamente que alimentos comer en caso de ansiedad para evitar atracones de comida que harán que te sientas culpable por la gran cantidad de calorías vacías que se ingirieron.

Es importante hacer introspección de cuál es el evento inmediato o pensamiento recurrente que está causando esa hambre emocional, para poder resolverlo de la mejor manera canalizando esta emoción o energía en algo productivo y no en un atracón que tenga un daño colateral a tu salud y estado emocional.

Este es un proceso de reeducación para el cual es importante identificar el circulo vicioso que se ha repetido muchas veces y convertirlo en un círculo virtuoso como salir a caminar o hacer ejercicio con el impulso ansioso, hacer alguna tarea pendiente, o hablar con algún amigo que hace tiempo no ves en vez de comer un paquete completo de papas, galletas o chocolates.