Eficiencia y eficacia
Mucho se habla de simplificación administrativa, de re ingeniería de proyectos, de modernización organizacional, entre otros temas. Y es ahí donde aparecen los términos eficiencia y eficacia…
Del latín efficacĭa, la eficacia es la capacidad de alcanzar el efecto que espera o se desea tras la realización de una acción. No debe confundirse este concepto con el de eficiencia (del latín efficientĭa), que se refiere al uso racional de los medios para alcanzar un objetivo predeterminado (es decir, cumplir un objetivo con el mínimo de recursos disponibles y tiempo).
Es decir, en tanto eficacia se refiere a alcanzar metas y objetivos planteados (cumplir con lo programado en tiempo y forma), la eficiencia significa lograr dichas metas y objetivos con la menor cantidad de recursos invertidos (ahorrar recursos para aumentar rentabilidad).
Lo anterior cualquier empresa lo entiende, ningún área de planeación estratégica programará metas inalcanzables con base en los análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), nadie compite en mercados para los cuales no está preparado, las estadísticas ayudan a saber mediante datos históricos y proyecciones cual es un porcentaje real y alcanzable para establecer las metas anuales de ventas, unidades de producción, desarrollo de nuevos productos, costos de producción y distribución, etcétera.
Ninguna empresa puede producir el mismo volumen, con los mismos costos, los mismos bienes y servicios. Porque los mercados cambian constantemente, los segmentos de dichos mercados se transforman en función de la oferta y la demanda de los consumidores, que de acuerdo a los gustos, preferencias, modas y poder adquisitivo demandan más o menos bienes y servicios de toda índole.
[amazon_link asins=’B073DL5ZLN,9587715020,B00PTAIPSU,B01JYRLFUI,B07FB7ZHXR,B00TKQJLQY’ template=’ProductCarousel’ store=’nmd18afiliado-20′ marketplace=’MX’ link_id=’d0c1e0a3-98f0-11e8-8377-d73e2c3f9dd3′]
Así eficiencia y eficacia en una empresa se traduce en pocas palabras en más ventas con relación a ciclos anteriores, menos costos (desarrollo, producción, distribución, almacenaje, ventas, etc.) y por último más rentabilidad.
¿Qué pasa cuando se habla de satisfacción de demandas sociales? Tema fundamental de los gobiernos, ¿Cómo se mide la efectividad y la eficiencia? Al hablar de temas como salud, educación, vivienda, empleo, comunicaciones y trasportes, energía, turismo, economía…Es decir de todas y cada una de las instituciones (gabinete). Los objetivos estratégicos se plantean en el PND (Plan Nacional de Desarrollo) de donde se desprenden líneas estratégicas y programas sectoriales que hablan de metas anuales en los PAT (Programas anuales de Trabajo) que contienen metas por cumplir. Dichas metas hablan en términos cortos de satisfacción de demandas sociales, es decir, brindar a la población los medios necesarios para su desarrollo integral.
Entonces los indicadores de efectividad de dichas metas deben hablar de la capacidad de respuesta de cada institución para satisfacer las necesidades de los miembros de la sociedad en su conjunto: salud, educación, oportunidades de empleo, inversión, vivienda…
¿Y qué pasa con la eficiencia?…simple. El costo económico social de la satisfacción de las demandas sociales lo representa el costo de operación de las dependencias del gobierno en sus tres niveles (sueldos de servidores públicos, luz, agua, telefonía fija y móvil, renta de inmuebles, autos, combustible, viáticos, mobiliario, equipo de cómputo y oficina, papelería y miles de conceptos más)…
Si las metas de satisfacción de demandas sociales aumentan en un periodo con respecto al anterior, se puede decir que se es más eficaz. Pero si aumenta el costo obteniendo los mismos resultados que el periodo anterior significa que no se es más eficiente…
Lo anterior para una empresa significa poder crecer o incluso desaparecer del mercado, porque es su utilidad la que está en juego. Para el sector público ¿qué significa?…para el país ¿qué significa?… todo un tema que abre brecha para muchos otros temas más de estudio.
Por Omar Bustani Barrientos
