Así llegaba el fin del asesino más grande de Pancho Villa y de su División del Norte. En el infierno lo esperaban pacientemente los 300 colorados, Berlanga, Benton y el compadre Urbina para cobrarle las deudas pendientes.
Así llegaba el fin del asesino más grande de Pancho Villa y de su División del Norte. En el infierno lo esperaban pacientemente los 300 colorados, Berlanga, Benton y el compadre Urbina para cobrarle las deudas pendientes.