Parece que cuando se trata de no perder privilegios políticos, económicos y sociales, fuero y círculo social de impunidad, La lealtad, la gratitud y la ética, salen sobrando. La metamorfosis llamada camaleonismo político, no solamente es político (cambio de ideales y principios rectores de las doctrinas y teorías del estado), también es física (cirugías plásticas, aclarado de piel, cambio de color de cabello, etc.), ideológica (izquierda, derecha, centro y extremas), social (vestir, calzar y lucir joyas de diseñador, comer gourmet, delicatesen, viajar en súper autos de lujo) y cultural (hacerse con títulos y certificados no siempre legítimos para ellos y sus descendientes).
Suele ser una estrategia muy usada por quienes hacen del ejercicio político una profesión -no calificada-, para mantenerse en el poder (curules y plazas de gabinetes) a consta de lo que sea, de esta manera hemos podido ver figuras de la política nacional enarbolando valores, ofreciendo discursos, portando estandartes de diverso color partidista, durante cada proceso electoral.
No sorprende ver miembros de partidos antagonistas yendo y viniendo a su antojo y conveniencia, traicionando todo lo que juran por sus vidas defender…según ellos el fin (vivir a costillas del erario, haciendo como que se trabaja en beneficio de la población) justifica los medios (traición, deslealtad, delitos) ya que piensan que: político pobre, pobre político y que “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” César Garizurieta apodado “El Tlacuache”.
Hasta que el sexenio los aguante por los siglos de los siglos…
Omar Bustani Barrientos
