La lucha abierta por la Presidencia de la República
Y por más de tres mil cargos públicos entra ya en su último tramo, las campañas oficialmente empezarán en unos cuantos días, los partidos y sus alianzas, así como sus respectivos candidatos, acudirán dentro de poco a la ciudadanía para convencerla de sufragar su voto a su favor el primero de julio. Sin embargo, esa ciudadanía, esa sociedad hace bastante que se moviliza y lucha por hacer valer su voz y sus propuestas ante gobiernos y diversas autoridades, pues si algo provocó la administración de Enrique Peña Nieto fue precisamente la insatisfacción, la oposición y la protesta popular.
A lo largo de este sexenio se han hecho presentes estudiantes, campesinos y jornaleros, mujeres, maestros, médicos y enfermeras, sindicalistas, entre muchos otros sectores, que han puesto en evidencia la pérdida de derechos, ya sea por la aprobación de las llamadas “reformas estructurales” o por la torpe y autoritaria actuación del gobierno federal. Esa amplia y permanente inconformidad social ha dejado en claro que lo primero que se debe defender son precisamente los derechos de todos.
Pocas fuerzas políticas han hecho eco de esta inconformidad, en especial MORENA ha sabido responder a este impulso de la sociedad apoyando sus demandas, haciendo frente con algunas de estas luchas, desafortunadamente esa política de apoyo a las luchas sociales no se ha visto reflejada en los espacios políticos para que tales contingentes populares alcancen, a través de sus liderazgos, cargos de gobierno o de representación popular, y desde ahí las demandas sociales se puedan, no sólo resolver, sino que se conviertan en políticas de estado y políticas públicas que le den un nuevo rostro al régimen. Los partidos políticos deben abrirse necesariamente a los movimientos sociales, no sólo para recuperar sus demandas y propuestas sino para incorporar a sus representantes, que son los sujetos ideales para conectar al Estado con los impulsos de cambio de una sociedad viva; por el contrario, si los partidos políticos sólo integran a “políticos” – en el más estricto sentido del término – en sus fórmulas y sus candidaturas, lo que se estimula es la consolidación de un estamento político que es incapaz de abrir sus puertas a la sociedad y que sólo acaba consolidando la burocratización de la vida pública, pues el político que sólo debe responder a su partido se olvida de la ciudadanía y sólo buscará proteger su escritorio y sus emolumentos.
Para una agrupación como MORENA, que se define como “partido-movimiento”, no hay otra salida sino consolidar y ampliar su relación con la sociedad y sus luchas, no sólo apoyando sus esfuerzos, escuchando e integrando sus demandas sino involucrando a sus liderazgos en los espacios de decisión política, desde donde se pueden transformar realmente las cosas en un país. Si MORENA no quiere quedar rebasado como hoy le sucede al PRD, debe abrirse a las luchas sociales, permitir que la sociedad organizada la invada y le permita dotarle de un rostro que precisamente lo conecte con la ciudadanía, ese pueblo que se mueve, expresa y organiza, independientemente de las elecciones y las campañas.
Por Jorge Ignacio García Ponce
Muy buenas las recomendaciones de series
E igual los comentarios de política
Pero hay que recordar que para que cambie a lo que queremos , hay que RETUMBAR!