El PRI perdió su última oportunidad
El pasado viernes 10 de este mismo mes de julio y sin tomar en cuenta a la militancia, se dio el nombramiento provisional del nuevo Comité Directivo Estatal del PRI; sí querido lector, la militancia y los que representan a la base en el interior del estado se quedaron mudos al conocer la noticia de que el nuevo dirigente del tricolor es el ex alcalde de Quecholac, Néstor Camarillo Medina como presidente y la maestra Isabel Merlo Talavera, secretaria general del ex partidazo.
Hubo gente descontenta en varios municipios, en otros no los aceptan porque dicen que solo van a llegar hacer negocios con las candidaturas, estos señalamientos los hacen porque desde meses atrás, delegados y amigos de la nueva fórmula del PRI, ya venían haciendo cambios en los comités municipales y entregaban nombramientos a sus amigos o “aspirantes” a modo, amenazando a los presidentes en función que si no aceptaban los cambios los iban a quitar de sus cargos y nombrarían a un delegado. Cómo ve la corrupción de los subordinados de la nueva fórmula del CDE del PRI… Es pregunta.
Desde mi óptica veo que los comentarios de las bases, no están equivocados, he comentado en columnas anteriores que si seguían las imposiciones y no nombraban a quienes realmente representan a las bases, a los militantes que realmente dan la cara, se empolvan los zapatos y terminan bañados por las fuertes lluvias que los atrapan en plenas giras de trabajo, el PRI perdería su última oportunidad.
Está comprobado que el PRI y, más que las siglas, sus militantes no lo quieren recomponer, se dice en los corrillos políticos que el partido haría coalición con el PRD, la verdad no lo veo, el PRD está despedazado, los panistas tampoco quieren, lo han dicho en corto, -tal vez haríamos coalición con otro partido, menos con el PRI-; entonces el escenario me deja ver a un PRI caído, derrotado, sin timón, ni dirección política que vuelva a recomponer al que fue el partido de las mayorías.
Le cuento: en 1988 Carlos Salinas, Colosio y Camacho Solís hicieron hasta lo imposible por detener la hecatombe del partido tricolor, lamentablemente en 1994 sufrieron la derrota. En el 2000 el PRI volvió a perder dejándole el paso a los gobiernos panistas hasta el 2012 cuando Enrique Peña Nieto lo llevó a la victoria, sin embargo en el 2018 vuelve a ser derrotado por Andrés Manuel López Obrador con su organización de MORENA, la historia usted ya la sabe. Hoy era el momento, para demostrar que en el ex partidazo había democracia, no fue así, se vio la imposición, una imposición que para este reportero tiene otra lectura, una lectura en donde veo a MORENA continuar un sexenio más en el poder. Juzgue usted:
El Presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha dicho tajante, palabras más, palabras menos: “debemos terminar con los partidos chiquitos, solo debe haber dos partidos, no más”; de igual manera ha subrayado que él será el árbitro en el próximo proceso electoral, esto lleva un mensaje, pero el mensaje más fuerte es el “trofeo” que recibió en los Estados Unidos, aunque se diga lo contrario y sus seguidores lo nieguen, el “trofeo” recibido tiene que ver con la derrota del PRI. Le cuento:
La visita del señor López en el vecino país del norte tuvo que ver con muchas cosas, aclaro, nadie lo va a decir hasta que llegue el momento, pero mi malicia me hace ver más allá, claro, imagínese, estando solos y en corto qué no se dijo, qué no se prometió y qué no se pactó, en otras palabras -qué me das y qué te doy-. ¿Por qué no se decía nada de César Duarte, porque se tenía que hablar de él después de la visita del señor López a Estados Unidos?
Hoy, a su regreso a México, Andrés Manuel López Obrador dice, “esperamos el expediente de extradición del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte; de igual manera esperamos la extradición de Emilio Lozoya Austin, ex director de PEMEX, para que sean juzgados aquí en México”. Aclaro, no solo son ellos, ya le siguen los pasos al “rey de la mezclilla”, Kamel Nacif, acusado de tortura, tratante de blancas y de pertenecer a una red de pedofilia, si analiza usted, aquí mismo en Puebla, en la prensa diaria manejan los rotativos el nombre del ex gobernador Mario Marín Torres, está muy claro que López Obrador tiene la espada desenvainada y no tan solo para cortar cabezas priistas, no, claro que no, también habrá cabezas panistas, ya habrá usted leído los mensajes que les mandan los gobiernos morenistas a Eduardo (Lalo) Ribera y a Tony Gali, entre otros.
En conclusión, solo para rematar, el sábado 4 de julio, a las once de la mañana, en una conferencia virtual, Manlio Fabio Beltrones dijo que proponía dentro de la recomposición para el nuevo PRI, que se sumaran los priistas a apoyar a Andrés Manuel López Obrador para que México salga adelante… ¿Así o más clara la traición a los verdaderos priistas? Amigo lector, para que tenga una idea, en las altas esferas de la política todo se sabe, todo se comenta y todo se pacta, en esas grandes ligas, no hay partidos, no hay colores, ni credos, solo hay intereses, ahí donde Juan pueblo no entra ni a las de mil, el Presidente de la República pone las cartas sobre la meza y vienen los acuerdos. Por esa razón no nada más en Puebla y Michoacán se nombraron comités provisionales del PRI estatal, júrelo que también en otros estados donde habría que hacer cambios, por qué, porque es el último tren para el PRI, poner candidatos perdedores para que los amigos que van por MORENA -ganen-, así evitan que el señor López siga cortando cabezas y entonces el nuevo PRI será MORENA con todos los chapulines y traidores del tricolor, PAN y PRD que ya están ahí desde ayer, más los que se sumen en el 2021 para que no los enjuicien.
En el “PRI” quedarán los disciplinados, los institucionales y los que realmente representaron en algún momento a la base, quienes trabajaron por décadas sin haber sido tomados en cuenta, ya ni se diga de los tres sectores que están en extinción. Ahora sí le queda claro porque el PRI perdió su última oportunidad. Seguiré informando.
Por :Tomás de los Santos H.
