Desde el amanecer los padres, los abuelos, los tíos, los amigos, los maestros y los pequeños (seis niñas y dos niños) se preparaban para asistir. Quizás alguno de ellos llevaba consigo algo en el estómago. Es así que, el auditorio del centro recreativo se vestía de gala ante la presencia de niños provenientes de ocho escuelas federales de educación primaria, demostrando que la niñez en el arte de la elocuencia, tienen la palabra.
Después de mencionar los nombres del jurado calificador, de las autoridades educativas y municipales, procedieron a realizar el sorteo para iniciar con el concurso. Poco nerviosismo, muchos aplausos, todos se encontraban sorprendidos por la expresión de la voz, ademanes, gestos, además de la seguridad con que cada niña y niño disertaban de manera tan fluida sobre diversas temáticas de interés para la sociedad educativa y extraescolar.
Hubo voces fuertes como el trueno y voces suaves como el terciopelo. Hubo palabras que llegaron al corazón así como palabras que movieron las conciencias, propiciando la reflexión. Muy buena tarea del sistema educativo al promover estos concursos y ojalá se realizarán más, permitiendo más espacios para la cultura y las artes que enriquecen el espíritu.
Aymee Montserrat Hidalgo Verdeja es una niña muy brillante, apasionada precursora de la oratoria muñozcotista. Cuenta con una excelente memoria, sabe declamar lo mismo que decir unas palabras, cuando en un evento cultural se lo requieren. Es una campeona que no desiste y sigue preparándose, contando siempre con el apoyo de su mamá y sus queridos abuelitos. A María Fernanda Roses Ramírez la escuché en el concurso y tiene buena voz. Nos comentaron que su abuelo la apoya para que tome cursos de taekwondo, canto y oratoria.
El destino las llevó a encontrarse a éstas dos maravillosas niñas xalapeñas. En la primera ronda lo hicieron adecuadamente, coincidiendo hasta en el tema titulado “¿De qué manera puedo apoyar en la prevención de la violencia en contra de mujeres y niñas?”. Desde ahí impactaron al público y al jurado; en la segunda ronda hubo ligeros tropiezos que casi nadie notó; y en la tercera ronda de discurso improvisado, las niñas oradoras demostraron que están hechas para dialogar, levantar la voz con sustento y debatir con las multitudes, para defender los derechos de la niñez, de la mujer, de los pueblos originarios con sus idiomas, de representar dignamente a Veracruz con su basta historia. Las dos son ganadoras.
Tanto Aymee Montserrat como María Fernanda tiene una gran tarea más adelante. El concurso fue a nivel zona en éste día. Hay concursos donde quienes ganan reciben premios, medallas, trofeos y diplomas; sin embargo hay otros concursos donde no son por convocatoria expedida y esos se ganan en el caminar por la vida, acrecentando amistades, siendo mejores ciudadanos y luchando por los derechos de los más desprotegidos y olvidados. Ellas lo harán, subirán a la tribuna y hablarán por los sin voz. ¡Felicidades!
Paxkatkatsini (Gracias)
Por Fernando Hernández Flores
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