El boom grupero entre la migración y el sueño americano de la década de 1990
En las grandes manifestaciones de la música se encuentra la capacidad del ser humano que convierte el sonido, el baile, la pintura y la literatura para innovar no solo en arte sus emociones, también son la inspiración de su época y el contexto de su historia
Haciendo un viaje en el tiempo nos trasladamos a una época, la llamada época de oro de uno de los movimientos musicales más efervescentes en la memoria latina, que detonó una joven de 21 años símbolo del sueño Americano; Selena, lo que después inspiraría a la generación de los reyes de la música grupera y tex mex.
1990, la frontera se convirtió en la delgada línea entre la esperanza y la crisis de américa latina, en 1990 entraban 219 mil mexicanos al año a Estados Unidos, había también 18 mil migrantes temporales.
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En 1994 México enfrenta una gran crisis económica derivada de la devaluación del peso lo que ocasionó un desplome en la economía mexicana, altas tasas de desempleo, el flujo de migración creció aún más y simbolizo en toda esa época la ola migratoria hacia América del Norte, las letras de las canciones locales se inundaron de historias de amor, desamor, migración, historias de cárteles al estilo Robin Hood, el viacrucis de la migración ilegal y los problemas raciales con los que se enfrentaban al cruzar de manera ilegal la frontera, fenómeno que pareció disminuir una década después en 2001, con el colapso de las torres gemelas, el día que Estados Unidos cambio para siempre, así como sus medidas de seguridad que dificultaron la entrada de ilegales por la frontera norte.
Hoy la frontera mexicana es una de las más vigiladas en el mundo, con la llegada a la presidencia de Donald John Trump a la considerada máxima potencia económica y armamentista del mundo, Estados Unidos de América, el tema de la frontera norte volvió a acaparar la atención de los ojos del mundo por el discurso xenofóbico hacia la comunidad latina, pero particularmente a México,su vecino del sur y socio comercial por la insistencia en la construcción del muro en la frontera y el despliegue del ejército Norteamericano para vigilar y cazar ilegales, propuesta que el mundo rechaza pues después de la caída del muro de Berlín no se espera otra división como esta. Aun hoy, el tema del muro sigue estando en la mesa de las prioridades del nada carismático presidente Norteamericano, entre una dura negociación con el gobierno mexicano que está por salir y la crisis política que afectó todo el sexenio del aún presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
El cine también tuvo el gran impulso en la década de 1990, los grupos musicales del momento como lo fueron los temerarios y Bronco se sumaron a producciones cinematográficas del cine mexicano, un ejemplo es el del director Rodolfo de Anda, quien realizó producciones en compañía de “ídolos del pueblo”, películas como la puerta negra con los tigres del norte, que impulsaría lo que más tarde se convirtió en el movimiento de banda Sinaloense.
Televisa adquirió en 1992 a Univisión y las novelas mexicanas fueron un éxito en el resto del globo, mientras tanto las agrupaciones del Bronco y los hermanos Hernández llegaban a las nominaciones de los ovacionados gramys
En una escala intermedia entre los sonidos regionales, los corridos, la influencia del Tex mex con Selena Quintanilla, el género grupero surgió como una mezcla de rock y cumbia influenciada de los 60s y 70s, la incorporación de nuevos sonidos como los teclados sintetizadores creando el sonido tecno-banda o tecno-norteño, este nuevo género se concentró en el norte de México y el Sur de Estados Unidos, Texas, Monterrey y Sinaloa fueron los grandes centros de este movimiento.
El año 1990 significó en México el boom que dio apertura a nuevos artistas y grupos que se consolidaron como los máximos exponentes de la edad de oro de la música grupera: los temerarios, los Bukis, Banda machos, Banda Zeta, Los Acosta, Grupo Ladron, Los Yonics, Grupo Liberación, Lo Mier, Grupo Brindis, Guardianes del amor, que concentraban sus apariciones en ferias, bailes masivos que acompañaban ritmos novedosos y canciones con letras románticas
La música grupera fue recibida en los hogares de clase baja, el término “populacho” hizo referencia a los bailes regionales, ferias de los pueblos o las colonias donde la cercanía entre las familias, vecinos y colaboración mutua, vieron en las letras y los ritmos sencillos de gente sencilla que se identificaban con historias de artista norteños y agrupaciones que nacieron en clase baja y lograron conquistar peldaños mediante la cultura del esfuerzo, los cuales el éxito los llevó a conquistar tierra americana, representando el sentir de los miles de compatriotas que cruzaban el rio bravo y que se sentían identificados en la lucha por el sueño americano, la tierra prometida…la tierra de los sueños, la tierra del tío Sam.
La influencia que tuvo este género y sus movimientos afines fueron también la bocanada de una época de grandes cambios y un momento de transición latino-anglosajón, muestra de identidad en una época de trasgresión cultural, clasismo y racismo, pero también significo la aparición en escena de artistas femeninas que comenzaban a cantar géneros conquistados por hombres y que brillaron exitosamente como lo fue la Reyna del tex-mex Selena Quintanilla quien influyo en jóvenes voces femeninas como Alicia Villarreal con Limite, Priscila y sus balas de plata, Ana Bárbara, Zaida o Lidia Cavazos entre otras más.
La música regional grupera y la influencia del tex mex cerraron la última brecha del siglo XX, en medio de un país y una región que empezaría una nueva etapa económica, política y social en el comienzo del 2000, aquel año futurista esperado por muchos, con las grandes expectativas que el cine y la televisión nos dejaron, en México el gran dinosaurio oficial fue derrotado por primera vez en su historia por
el Partido Acción Nacional con el arribo a la presidencia de la república del empresario ranchero Vicente Fox Quesada, que representaba las botas, el caballo y el sombrero que pusieron de moda los artistas norteños. Ahora, un recuerdo del tiempo del auge del momento musical que representó el romanticismo y la lucha por la trascendencia latinoamericana “ el vivir día a día desde abajo “, con un sonido y un movimiento que se tomó como nuestro.
Por Alejandra Tejada
